LAS CREACIONES DE
ARTURO PÉREZ MARTÍNEZ

PINTURA

La pintura de Arturo Pérez Martínez puede dividirse en dos etapas claramente marcadas.  

Interpretando la Tradición

En sus primeros años, el artista estudia los grandes clásicos, el impresionismo y el cubismo francés, el expresionismo alemán, el futurismo italiano, el movimiento Cobra, pero sobre todo conoce en profundidad la pintura y la escultura murciana del XIX y el XX. Así interpreta la tradición libremente, con obras que le permiten sobrevivir económicamente, viajar y continuar aprendiendo. En esta etapa vemos, entre otras cosas, paisajes realizados al natural en la huerta.

Arturo
Autocreado

Arturo guerrea en el mundo de la creación y por sí mismo llega a encontrar su lugar y su ciencia. Consciente de que a lo largo de la historia el arte ha sido y es contrario a lo que se acepta y se entiende en cada momento como arte, no se vinculó ni a la tradición, ni a la industria, ni a las instituciones culturales. Ahora pinta a la luz del intelecto, a la honorable Shekinah. En gran parte de su obra aparece Ella, la paloma-gacela, un elixir mágico femenino que atrae la fortuna.

LIBROS Y ESCRITOS

Arturo Pérez Martínez lee y profundiza en la literatura hebrea de poetas y filósofos sefardíes, textos de místicos y sabios cabalistas españoles que explora y analiza por sí mismo. En Jumilla, en el que fue viejo barrio de judíos secretos, escribe dos libros, “TOLLO” y “Jumilla Honda”. También publica una historieta ilustrada, titulada “El Caso de José”, compuesta durante los veranos que pasa en Almería, obra de arte censurada que espera su reedición y que cuenta con un prólogo de Fernando Sánchez Dragó.


pinturas en cerámica.

SERIGRAFÍAS

Edición de 10 Libros con 8 Serigrafías y un poema dedicados a la Shejiná, realizadas en el barrio de Lavapiés, Madrid, en el Taller de Manolo Gordillo.


Escultura